Si estás pensando en escaparte unos días y disfrutar de la naturaleza en estado puro, Ruidera es uno de esos lugares que no decepcionan. El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera ofrece un entorno único: aguas turquesas, senderos que invitan a caminar sin mirar el reloj y paisajes que parecen sacados de un cuento. Aquí te dejamos una pequeña guía para exprimir un fin de semana en Ruidera, combinando rutas, lagunas y rincones con mucho encanto.
Viernes: llegada y primer paseo junto al agua
Lo ideal es llegar por la tarde, instalarte en tu alojamiento y salir a dar el primer paseo al atardecer. La luz a esa hora tiñe el paisaje de tonos dorados y es el mejor momento para descubrir la tranquilidad de la Laguna del Rey o la Laguna Colgada, dos de las más accesibles y bonitas.
Si tienes tiempo, una caminata tranquila bordeando la Redondilla —una de las lagunas más íntimas— te regalará unas vistas perfectas para empezar a desconectar.
Sábado: día de rutas y naturaleza
Dedica el sábado a recorrer el parque a fondo. Hay varias rutas de senderismo y ciclismo, pero una muy recomendada para todos los públicos es la Ruta de las Lagunas. A lo largo de unos 14 km (que puedes adaptar según tu ritmo), irás bordeando lagunas como Batana, Santos Morcillo y Salvadora, pasando por pequeñas cascadas y zonas de baño.
Otro imprescindible es visitar el Hundimiento de Ruidera, una caída de agua espectacular que marca el inicio del sistema lagunar. Muy cerca está el Castillo de Rochafrida, una antigua fortaleza medieval que ofrece unas vistas increíbles de los alrededores.
Para los más aventureros, también es posible alquilar kayaks o hacer snorkel en algunas lagunas autorizadas.
Domingo: rincones de historia y relax
Antes de marcharte, merece la pena acercarte al pequeño pueblo de Ruidera, donde puedes visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Blanca o simplemente pasear por sus calles tranquilas. Si te apetece más naturaleza, otra opción es hacer una visita rápida a la Cueva de Montesinos, famosa por aparecer en el Quijote de Cervantes, y que guarda leyendas y misterios entre sus paredes.
A mediodía, nada mejor que comer en uno de los restaurantes locales, degustando platos manchegos tradicionales, y despedirte del fin de semana con buen sabor de boca.
¿Te imaginas vivirlo todo a un paso de la laguna?
En nuestra Casa Rural en Ruidera, te ofrecemos algo más que un alojamiento: una casa acogedora, reformada con cariño, donde cada rincón te invita a descansar y disfrutar. Con piscina, chimenea, terrazas y la Redondilla justo enfrente, es el lugar perfecto para tu escapada soñada.
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